¡Habitar lo Cuir!

La perversidad de los sistemas de represión y dominación sobre los cuerpos radica en hacernos creer que somos lo que ellos definen. Las identidades, delimitadas por el poder, buscan reducir los cuerpos a las normas y  tamaño preestablecido desde sus juicios y prejuicios. Así, las personas transitan la vida sometiéndose a miradas y definiciones externas, provenientes de un mundo patriarcal, colonial, heterosexual y binario, donde parece no haber nada más allá de la heteronormatividad. La religión, especialmente el cristianismo hegemónico y fundamentalista, provee el soporte ideo-teológico,  la justificación “divina” que normativiza estas relaciones de poder sobre los cuerpos.

Irrupción

Lo Cuir es un espacio de ruptura, el surgimiento de algo nuevo y atrevido que desafía, provoca y desestructura. Trae consigo la posibilidad de la duda, resquebrajando verdades que parecían inamovibles. Su irrupción, potente y suave a la vez, genera fascinación y atractivo, despertando curiosidad, incluso deseo: el deseo de romper, de experimentar lados “otros”, lugares prohibidos y, quizás por eso, tan anhelados.

Por esta razón, lo Cuir como forma de sentir, pensar, vivir, estar y ser , ofrece una libertad a partir de la diversidad, que no se limita a las personas y grupos LGBTIQ+. Despierta deseo y seducción incluso en quienes pertenecen y buscan ser fieles al mundo heteronormativizado. Estos deseos no reconocidos a menudo se transforman en fobia, en discursos y prácticas de odio, nacidos del miedo y de sentirse amenazados por lo “raro”, lo “diferente”, lo “cuir”.

Existir desde lo Cuir

Así se va dibujando una forma de existir Cuir. Mar Fournier (2013) la describe como una invitación a “asumir la ambigüedad, transgredir las certezas, desdibujar las identidades, habitar el lugar incómodo, regarnos con el goce potente que brinda una inevitable dosis de susto y libertad”. Significa enarbolar la bandera de lo extraño desde el mismo lugar de exclusión de las sexualidades diversas.

Habitar este espacio nos dota de una fuerza  que proyecta una mirada irónica sobre la universalidad de la heteronormatividad. La potencia de estos ojos que observan y de estos cuerpos que avanzan, reconociéndose en otras miradas, desgarra la normalidad de la realidad, afirmando la posibilidad de tener otras perspectivas sobre el mundo y la vida.

Es una mirada fresca que reconoce  el florecimiento de lo diverso, que se inspira en la diversidad inherente al mundo y que no excluye; una mirada que desdibuja fronteras y posibilita encuentros, relaciones de amor y de cuerpos. Más que un lugar de enunciación o discurso liberador, es una práctica transgresora que congrega y llama a formar una “comunidad” de amores transgresores. Mar Fournier-Pereira, habla de “este amor rabioso en un sentido amplio: en la cama, así como en las relaciones sociales, en los vínculos, en las familias, la fe, la política, la oficina, la calle, las manifestaciones de protesta, en la academia. Que sean corrientes de amor las que exploten y que todo se llene de susto y de placer.”

Expansión y movimiento

Una espiritualidad que acompañe y nutra esta vida en libertad y en diversidad, a la que “todes” fuimos llamades por la Divinidad Creadora, será también una espiritualidad que surge rompiendo fronteras de religiones, credos y denominaciones. Será una espiritualidad Cuir que fluye, que nadie puede aprisionar ni definir. Es agua que escurre por los cuerpos, saciando sedes de sentido, refrescando cuerpos cansados y devolviéndoles la vida. Agua con la que juega las niñezes en tardes de verano.

Es una espiritualidad que crece desde adentro y se expande, posibilita levantar la cabeza, flexibiliza el cuerpo —todo el cuerpo: la cintura, las manos, el caminar, y la mirada se  vuelve  firme. Como afirma Lars Bedurke (2013), ya no se trata de justificar la propia existencia, sino de cuestionar el modelo patriarcal de la sociedad, de las iglesias y lo que estas nos imponen (Lars Bedurke, p. 163). La fuerza que proviene de estas espiritualidades lleva a acercarse a la Divinidad  y a quitarle la coraza patriarcal que la envuelve, a quitar con cariño y atrevimiento el  velo que la cubre. A percibirla también en su desnudez. Esto significa perder el miedo a lo Divino, con el que hemos sido socializados desde la más tierna edad. Todo este movimiento de acercamiento a la experiencia divina es en realidad un encuentro con la Divinidad que nos habita, la Divinidad que somos. Recordando siempre que el encuentro con lo Divino solo puede resultar en la afirmación de la dignidad y la libertad humana. El humano que se reconoce desde la colectividad, la comunidad y la relación con los otros seres vivientes.

Transitoriedad y encuentro

La Teología Queer reúne estos sentires y pensares, pasando siempre por los cuerpos, las experiencias que rompen con los binarismos identitarios en términos de género e identidad. De esta ruptura, como afirma André Musskopf (2012) emerge un discurso marcado por la fluidez, la transitoriedad y la ambigüedad de estas construcciones identitarias. Es un discurso teológico que, a partir de las narrativas sexuales silenciadas, marginalizadas transgrede las fronteras de un discurso hetero o (homo) normativo asumiendo su propia descontinuidad y la necesidad de una constante revisión y reconstrucción.

Me he preguntado muchas veces por mi atracción y deseo de acompañar los espacios de reflexión Cuir, mismo que desde los patrones heteronormativos no estaría incluida. Además de cariños, afectos, cuidados he encontrado en lo Cuir ese espacio diverso, de libertad, de pensar, ver el mundo,  conectarme con mi ancestralidad, con mi espiritualidad de matriz africana e ir recreando mis formas de vivir y amar. Y me doy cuenta que lo Cuir puede ser un lugar donde se llega, lugar que congrega, lugar de lo diverso, que deja fluir y no aprisiona, que celebra las diferencias de forma atenta a las desigualdades, una comprensión plural y decolonial de las experiencias de religión y espiritualidad.  Y si la diversidad nos devuelve identidad, dignidad, derechos, territorio, belleza, colores, podría decir que la creación es Cuir, la Divinidad es Cuir. La posibilidad de un futuro para la humanidad y los seres vivientes, la paz en un mundo de guerra tiene los colores Cuir.

Bibliografía

LIMA, Silvia Regina; BOEHLER, Genilma; BEDURKE, Lars. Teorías queer y teologías: estar en otro lugar. San José, Costa Rica: Editorial DEI, 2013.

MUSSKOPF, Andrea [André] Sidnei. Via(da)gens teológicas: itinerários para uma teologia queer no Brasil. São Paulo: Fonte Editorial, 2012.

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A Senso é uma revista bimestral voltada à temática do senso religioso contemporâneo sob o olhar de múltiplas áreas do saber, tendo como referencia os Estudos Religião.

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